Pero bueno es ser sabio, si hacen caso de los consejos de Dios. Este pasaje se aplica muy bien a los hijos de Israel en tiempos antiguos, quienes parecen haber tenido gran dificultad para escuchar y obedecer el consejo de sus profetas. Confiaban en su propia sabiduría y rechazaban el consejo del Señor. Ellos no reaccionaron mejor ante las profecías de Eliseo, aunque su ministerio fue tan sobresaliente como el de Elias el Profeta. Al enfrentar los problemas del oficio de líder y profeta, encontró que la nación de Israel estaba plagada de reyes y caudillos apóstatas. Los reyes malvados de Moab, Israel y Siria también son mencionados. Cada una de estas personas reaccionó al consejo de Eliseo en una forma diferente y por diferentes motivos.
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Por esto, Dios creó al misionero para que sea su voz, brazos y pies en todos los lugares de la tierra. Aquí te compartimos 10 formas de saberlo: 1. También entiendes muy bien que para dar amor, primero necesitas tenerlo. Es esa clase de amor que no se termina cuando se acaban tus fuerzas físicas ni mucho menos que depende de tus emociones. Es un amor que solo puede venir de Dios. No te satisface el status quo La idea de sólo existir por dar no es lo tuyo. Te gusta la aventura Hay un mundo grande por conocer y no puedes contener tu emoción por ir. Te emociona imaginar que pueden suceder cosas extraordinarias en cualquier momento.
