En muchos casos es el miedo a la incertidumbre, aunque muchas veces esos temores son menores de lo que puede llegar a aprenderse sobre todo acerca de uno mismo cuando se da un salto tan importante en la vida. Es curioso que todo eso sucede en muchas empresas a las que se les llena la boca al hablar de sus valores y de lo importante que es la formación y el talento. Los empleados con talento son personas apasionadas. Dar a los trabajadores la posibilidad de desarrollar sus pasiones aumenta su productividad y su grado de satisfacción en el trabajo. Estos jefes tienen miedo de que se produzca un descenso en la productividad si dejan a los trabajadores expandir su foco de atención y perseguir sus intereses. Se trata de un miedo infundado. Pero desafortunadamente eso no sucede en todos sitios y Las Quemadas no es Sillycon Valley. Esas mismas empresas son las que no terminan de entender que la incapacidad para retener el talento y el aumento en la rotación de la plantilla les hace perder tiempo y dinero enseñando a los que llegan nuevos. Eso sólo a corto plazo, porque a la larga genera una falta de identificación y compromiso, dificultades para crear un equipo de alto rendimiento que se alinee con los valores y la misión de la compañía y, finalmente, la imposibilidad de que se construya eso tan difícil de conseguir llamado cultura de empresa.
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Financiación, incertidumbre y cultura de empresa, las principales barreras del emprendimiento La habla «emprendimiento» suena a jóvenes buscando el sueño americano, a Silicon Valley y al juego de ensayo y error hasta dar con el invento absoluto. Pero no hace falta viajar a California para encontrar iniciativas innovadoras que buscan su despegue en espacios de «coworking» e incubadoras de empresas. Actualidad, dice, tienen el «lujo» de trabajar desde su ciudad con vocación internacional. Su proyecto estrella es Merlín, una herramienta que permite diseñar aplicaciones y sitios web casi por arte de magia. Tiene 20 trabajadores y acaba de salir del vivero Baobab, que ha sido su casa desde el comienzo, para instalarse en Las Quemadas. Su socio mayoritario, Antonio Ramos, recuerda las complicaciones de los inicios: él y sus compañeros tenían perfil técnico y escaso o nulo conocimiento de la maraña administrativa y legal que rodea al mundo de la administración. Después llega la incertidumbre, pero todo se compensa por «tener la aforo de orientar tu carrera hacia lo que te motiva, de explotar todo tu valor y tomar decisiones en base a tus criterios y valores». Heimdall Technologies: «Este es un acceso largo y te caes muchas veces» Heimdall Technologies se constituyó en octubre de aunque su historia empieza abriles antes.
