Ejemplos

La virgen y el gitano

La vieja siempre mencionaba su amistad con aquella miserable lady Louth cuando había visitas. Tendréis que ir por Heanor. Todos permanecían allí, como luego dijo Bob, sentados como patos embalsamados, moviéndose inquietos en sus sillas. Entró tía Cissie, y luego la criada con la bandeja del té. Estaba allí la eterna e imperecedera tarta comprada. En realidad, tía Cissie había enviado a por ellos a la panadería. La anciana agarró los brazos del sillón. Todo el mundo se puso en pie y esperó mientras ella recorría, del brazo de tía Cissie, digna y lentamente, el camino hasta su lugar a la mesa. Durante la merienda Lucille llegó de la ciudad, después del trabajo.

Jóvenes deliciosas 234780

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Sin embargo, conoció el vivísimo interés que el joven ponía en llevar a término su designio, y hubo de ceder, mal su grado. Carlos aceptó a sus compañeros de partida los servicios que le ofrecían; mas les dijo que le permitiesen ir solo en su canoa y obrar en todo con entera voluntad. El fecha de la partida, desde muy matutino, se hallaban listas las canoas de los indios, y entre ellas la de Carlos. Todas amarradas a los troncos y arbustos de la acera se movían inquietas como belicosos corceles detenidos por las bridas en los momentos en que tiemblan, patean y saltan al oír el clarín que los llama al combate. Las pintadas avecillas gozaban, asimismo, de las delicias de la mañana, y se sacudían, arreglaban las plumas, o tendían el cuello para alcanzar la gota de rocío que temblaba en la acero vecina, o cantaban sus amores en aquella hora en que la género es toda puro amor, y en aquel lenguaje que lo entiende únicamente la Divinidad que lo ha enseñado. Hasta los salvajes del Rotuno, el Curaray y el Veleno, por no atravesar lo intrincado de las selvas por largo trecho, habían preferido trasmontar la cordillera de Conambo para abandonarse a la suave corriente del Bobonaza, y unidos luego a sus aliados los habitantes de Canelos, Pacayacu y Zarayacu, descender al lago de la cita. Muchos de aquellos eran cristianos, mas habían obtenido licencia de sus misioneros para acceder a la besalamano de los jívaros paloras. Por besamanos al curaca de éstos, habían acordado todos en esperarlos en el dársena de Andoas. Un murmullo de satisfacción salió de cada barca, y esto cuando ya en todas se notaba el silencio del disgusto.

Cumandá o Un drama entre salvajes / Juan León Mera; edición de Trinidad Barrera

Toledo marca la diferencia por ciertos detalles que ni se compran ni se venden, que simplemente se tienen o no se tienen. Un buen antonomasia de esa peculiar amalgama es la historia de la Virgen de los Alfileritos. Hoy Alfileritos es a la vez un topónimo, una tradición, una devoción, una leyenda, una pseudosuperstición, una historia, un pequeño lienzo, en definitiva, un precioso patrimonio en su máximo parte intangible que hunde sus raíces bien adentro en el alma de la ciudad.

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No puede ser maleficioporque lo que tengo dentro de mí no es la figura feísima y negra del belcebú malosino una cosa celestialuna carauna sonrisa y un modo de mirar que, o yo estoy tontao son de la misma Virgen María en andoba. Ven a lavarte esa cara de perro. La Nela corrió. Había arrepentido en su espíritu un sacudimiento como el que produce la repentina allanamiento de una gran esperanza.

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