Fue una de las pioneras de lo que hoy se conoce como girlfriend experience: ofrecía a sus clientes la posibilidad de simular una cita, conociéndose y tomando algo, pero, al contrario que en el mundo real, el encuentro acababa siempre con sexo. Petro lleva muchos años retirada de la prostitución pero, como ha narrado en Salonsigue teniendo dificultades para ligar y tener pareja. La estadounidense conoce bien el estigma que supone haber sido una callgirl. Y, a diferencia de la mayoría de extrabajadores del sexo, lo hizo sin ocultar su verdadero nombre. Ocho meses después de que se publicara el artículo fue despedida, y no encontraba trabajo de profesora, así que se tuvo que dedicar a escribir: no aceptamos a antiguas trabajadoras del sexo en trabajos convencionales, pero nos encanta que cuenten sus historias. Trabajando como stripperochica de compañía jugaba a ser un objeto sexual pasivo. La prostitución difumina la línea que separa la autenticidad de la actuación En su día, asegura, esto le hacía sentirse poderosa. Tras numerosos intentos, la columnista ha encontrado el amor —un chico llamado Arran que conoció por internet— Y ahora es capaz de diferenciar entre el tipo de sexo que tenía antes y el que practica ahora. Vídeo: Melissa Petro anuncia su renuncia como profesora.
1 Toman la iniciativa
Por: Margarita Arteaga Cuartas cm. Para acudir al mundo de abajo se baña con una pasta de jabón Rey partida en cruz. En el globo de arriba el baño es con agua fría. Primero va de arriba hacia abajo, para ahuyentar la mala suerte. Así ocurre siempre los lunes, miércoles y viernes, justo antes de salir a trabajar a las 2 o 3 de la tarde.
Reencontrando la intimidad
Sé lo que tengo: bonitos ojos, linda cara, buen busto, cola bien, y unos cuantos gorditos. Sé lo que puedo dar: lo mejor. Y el cliente, cuando se da cuenta de ello, me solicita. Por eso soy cara. Por eso valgo.
