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¿Hoy tampoco te apetece? 6 tips para estimular el deseo sexual

Al llegar a la mediana edad, ellas comienzan a experimentar la pérdida de libido y, como resultado inmediato, a preocuparse y a aumentar su inseguridad. Sin embargo, y pese a ser un procedimiento muy frecuente en este tipo de estudios, nunca antes el porcentaje había sido tan alto. Para algunas mujeres puede ser el resultado del cambio en sus niveles hormonales. Por ejemplo, durante el ciclo menstrual estas fluctuaciones pueden causar hinchazón, cansancio y dolores, lo que a buen seguro repercute en el interés por el sexo. Todo vale para reedescubruir el deseo y arreglar un matrimonio sin sexo. En este sentido, las distracciones cotidianas y el estrés también pueden afectarte. Hacerlo siempre con tu marido en la misma cama repitiendo a pies juntillas la rutina sexual preestablecida pone a prueba la libido de cualquiera. En tal caso, la terapeuta Cyndi Darnell recomienda un cambio de escenario.

Muchacha soltera a los 593127

El momento del cambio

Con los 40 llegan los primeros gotera y, como dicen algunos médicos, el cuerpo se convierte en un alfaque donde se comienzan a retirar los ahorros acumulados durante toda una biografía. Por lo general, ellas no tienen esa necesidad porque valoran haber ganadería en estabilidad y madurez. Pese a estas alteraciones, esta fase también supone una oportunidad para muchas otras mujeres que, por fin, se sienten dueñas de su existencia. Los hijos ya son mayores y tienen tiempo para cuidarse. El fin de la etapa reproductiva en la mujer, con todas las consecuencias físicas y psicológicas que comporta, puede conllevar también ciertos cambios en las relaciones de pareja y una pérdida del apetito sexual.

Guardar luto

Diez conversaciones sobre sexo a las que ninguna pareja debería renunciar María Ester tiene 46 años, es soltera sin hijos, trabaja, estudia un magíster y vive sola. La investigación abarcó a hombres y mujeres que primero fueron entrevistados cuando tenían 11 años y se les hizo un seguimiento para saber qué fue de sus vidas 40 años después. Esto abarca a las que siguen estudios universitarios y de postgrado. Se podría decir que la revolución de las solteras partió en la década del 60 y 70, cuando los movimientos feministas incentivaron la autonomía e independencia de miles de mujeres europeas. María Ester es un claro ejemplo de ello. Viaja al extranjero por lo menos dos veces al año, después del trabajo va al gimnasio o a almorzar con sus amigas sin tener que darle explicaciones a nadie. La madama no necesita de un hombre para tener una vida; si lo encuentra, perfecto.

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