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Estragos que causa el vicio

Después de habernos puesto en presencia de Dios nuestro Padre para adorarle, amarle y bendecirle, el Espíritu filial hace surgir de nuestros corazones siete peticiones, siete bendiciones. Lo propio del amor es pensar primeramente en Aquél que amamos. Porque nuestro Padre cumple su plan de salvación para nosotros y para el mundo entero por medio del Nombre de Cristo y del Reino del Espíritu Santo. Así es como, en la adoración, esta invocación se entiende a veces como una alabanza y una acción de gracias cf Sal9; Lc 1, Desde la primera petición a nuestro Padre, estamos sumergidos en el misterio íntimo de su Divinidad y en el drama de la salvación de nuestra humanidad. Lo que se manifiesta de Él en la creación y en la historia, la Escritura lo llama Gloria, la irradiación de su Majestad cf Sal 8; Is 6, 3.

Como conocer una 391912

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Expectación es un virtud infundida por Jesucristo en la voluntad del hombre, por la cual confía con plena fe alcanzar la vida eterna y los medios necesarios para ella con la ayuda de auxilio omnipotente de Deidad. Ahora subsisten la fe, la expectación y la caridad, estas tres 1 Cor. El Dios de la expectación os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta abundar de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo Rom. Los atletas se privan de todo; y eso por una corona corruptible; nosotros, en cambio por una incorruptible 1 Cor. No temas por lo que vas a sufrir

San Agustín - Combate entre los vicios y las virtudes

Estragos que causa el vicioMaría de Zayas y Sotomayor Ya cuando doña Isabel acabó de cantar, estaba la divina Lisis sentada en el asiento del desengaño, habiéndola honrado todos cuantos había en la sala, damas y caballeros, como a presidente del sarao, con ponerse en pie, haciéndola cortés besamanos, hasta que se sentó. Y todo lo merecía su hermosura, su contrato y su valor. Porque los vicios nunca se envejecen, siempre son mozos. Y en los mozos, de ordinario, hay vicios. Los hombres son los que se envejecen en ellos. Así, noble auditorio, yo me he abacería aquí a desengañar a las damas y a persuadir a los caballeros para que no las engañen.

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